El día en que ame a otra mujer...

Aquel día, mi esposa Kim me preparó un desayuno delicioso y un buen café para yo dirigirme al trabajo.

A la hora de vestirme vi una nota en el suelo de nuestro dormitorio en el suelo, justo apenas que se veía debajo del armario donde recien habia sacado unos papeles la noche anterior.

Curioso me acerque y lo levante del suelo. Cuando lo leí pensé "válgame Dios, que no lo vio mi esposa", había unas palabras de amor con mi puño y letra, las cuales precisamente no iban dirigidas a mi mujer. Lo tomé y lo llevé a la basura, pero pensé que era demasiado tirarlo así no más. por lo que lo arrugue y lo eché en mi bolsillo para luego ver que hacía con él -quizá lo bote luego en la oficina - pensé.

Después de un largo día, olvide aquel papel, llegue cansado como muchas veces, me recibió mi esposa y me puse una ropa más cómoda. Aquel día, el pantalón con sus llaves, billetera y demás quedaron en el cesto de ropa sucia.

Al día siguiente me vestí con nueva ropa y me fui tal cual. 

Aquella tarde al regresar a mi casa, Kim, se comportaba un tanto sospechosa, hasta que le dije -"¿Que sucede, amor?"
- Hay algo que quiero que vea - me dijo - ¿No perdió algo importante en estos días?
- ¿Algo como qué? -Dije entre dientes

Este tipo de preguntas ponen nervioso a cualquier hombre porque no se sabe nunca que esperar, mi sorpresa fue que ella llevo su mano a su espalda, al respaldar donde se encontraba sentada y saco algo detrás de ella...

- ¿Quizá hay algo que deba decir a alguien? -dijo -
-No entiendo - pronuncie mientras veía un marco de un pequeño portarretratos por la parte de atrás (Aquello que había sacado de detrás suyo).
-Tal vez deba guardar esto hasta que pueda leerlo me dijo y me lo entregó

Entre mis cosas, esas que suelo escribir en papeles, en los momentos en los que tengo 20 ó 30 segundos de lucidez, fuera de la locura de la vida cotidiana, de la locura de la paternidad (que me encanta, pero no niego que sea difícil). Estaba aquel trozo de papel enmarcado con mis retorcidas letras “Te Amo Alana”. 

Ese trozo de papel lo escribí cuando ella apenas tenía 6 meses de edad, y ahora para cuando tiene año y un tanto sé que el amor por Alana no tiene dimensiones, mi esposa me hizo recordar... que a veces las cosas deben escribirse y enmarcarse para ser mostradas al mundo TODOS LOS DIAS. MOSTRARCON ORGULLO EL DIA QUE AME A OTRA.